Me uno a ese brindis. Es que este EpiKuro de pacotilla es más negativo que el original clásico.
Seguiré situando más fotos de las que me cediste, todas van hablando. Incluso la misma que he colocado hoy dice más cosas. Seguro que vuelve. Esa mujer está diciendo tanto...
Placer y dolor se valoran por separado, cuando uno está el otro se ha marchado, salvo que confundamos lo uno con lo otro lo cual es factible y humano. Decía Epicuro: "Cuídate de los placeres que reporten dolor...Medita los placeres que conviene saciar" Por algo es el clásico, nosotros lo evocamos a nuestra manera y tenemos todo el derecho a esperar que la mujer siga diciendo tantísimas cosas. Muy buen ejercicio de imaginación a partir de una imagen que mucho insinúa. Éric y Gregorio, buena simbiosis, felicitaciones.
Placer y dolor se tensan. Echan un pulso. Uno de los dos se impone. Pero, mientras, se vive una tierra de nadie. Probablemente la más extensa: cuando ni el dolor ni el placer, por separado, han vencido todavía.
Acaso el rostro de la mujer de Marváz está en la frontera de la espera.
K:
ResponderEliminarBrindo por que la realidad nunca sea tan poco ficticia como para ser puro dolor.
Gracias infinitas por darle letras a esa imagen.
Marváz
Me uno a ese brindis. Es que este EpiKuro de pacotilla es más negativo que el original clásico.
EliminarSeguiré situando más fotos de las que me cediste, todas van hablando. Incluso la misma que he colocado hoy dice más cosas. Seguro que vuelve. Esa mujer está diciendo tanto...
Gracias a ti.
Placer y dolor se valoran por separado, cuando uno está el otro se ha marchado, salvo que confundamos lo uno con lo otro lo cual es factible y humano.
ResponderEliminarDecía Epicuro: "Cuídate de los placeres que reporten dolor...Medita los placeres que conviene saciar" Por algo es el clásico, nosotros lo evocamos a nuestra manera y tenemos todo el derecho a esperar que la mujer siga diciendo tantísimas cosas.
Muy buen ejercicio de imaginación a partir de una imagen que mucho insinúa.
Éric y Gregorio, buena simbiosis, felicitaciones.
Placer y dolor se tensan. Echan un pulso. Uno de los dos se impone. Pero, mientras, se vive una tierra de nadie. Probablemente la más extensa: cuando ni el dolor ni el placer, por separado, han vencido todavía.
EliminarAcaso el rostro de la mujer de Marváz está en la frontera de la espera.
Saludos.
Un blog magnífico. Felicidades por él.
ResponderEliminarEs un gusto quedarme aquí, te lo aseguro.
Sañudos afectuosos.
Gustaré de tu compañía cuando pases.
EliminarSaludos.