19 feb 2013

Las lectoras de Daryl Zang




Aunque personalmente siempre me ha atraído la pintura más salvaje (no necesariamente fauve) me gusta sorprenderme. ¿Cómo me sorprendo? Dejándome llevar por lo sentidos. Hoy los sentidos me piden quietud (no paralización) y asentamiento (no renuncia) ¿Una mujer, por el mero hecho de serlo, transmite más calma? No, y menos en estos tiempos de estrés y disolución interior. Pero, ciertamente, las poses de una mujer se prestan a una admiración de sus pautas y actitudes como si de un territorio reposado se tratara. ¿Erosión? En absoluto. Más bien concentración.¿Pose? En todo caso bien aprendida desde su pubertad. 



La mujer puede ser una lectora entregada y lo sabe Daryl Zang. Ensimismada no tanto en lo que lee como en lo que reflexiona, en lo que saborea. Degusta echar la cabeza hacia atrás, tomar el té, expandirse en la cama. La mirada se evade del libro: o sigue allí mismo, saca la lectura del libro, lee su entorno, su vida. El libro me lleva a sus manos. Las manos, a su cuerpo, a su corporeidad, mejor dicho. Y la forma de manifestarse su cuerpo adquiere la forma de un escorzo sin pulsión. Una tensión controlada, un retorcimiento simulado, un descanso activo. 




Siguiente pregunta que me hago. ¿Qué leerán las mujeres de Zang? Podría hacer ejercicios de adivinación y errar seguramente. ¿Dan la pista de la lectura unas manos cuyas yemas caen suavemente sobre la página? ¿La sujeción del libro y la taza sobre un muslo frío? ¿El libro desplegado sobre el plexo solar? ¿Las dos manos sujetando fuerte dos objetos que hacen que el cuerpo no se evapore? Digo todo esto sin tener ni idea de quién es Daryl Zang. Puedo informarme. De momento solo quiero mirar a las lectoras. Lectoras a las que no se pilla en el momento álgido de la pasión del texto. Sino en ese punto posterior o interrumpido al cual puede haber llevado el contenido o al que se ha llegado por otra lectura interior, divergente, necesaria. La de ellas mismas, escribiendo o reescribiendo un minuto más de su existencia.
     




Para más información:  http://zangstudios.com/blog/


4 comentarios:

  1. Elegantísimo blog y pulquérrimos textos. Todo un hallazgo.

    En cuanto a la pintora objeto de esta entrada, que no conocía, cabe decir que es capaz de encontrar lo enigmático en lo más cotidiano, cosa que, por cierto, suele hacer mejor que nadie el hiperrealismo. Muy bueno el texto de la entrada, reitero.

    Un saludo muy cordial, Herr Samsa, y muchas gracias por visitar mi blog.

    ResponderEliminar
  2. El arte tiene siempre un contenido misterioso. Incluso el estilo más obvio formalmente aporta elementos que atrapan: esa especie de individuos abstraídos es un ejemplo.

    Saludos cordiales también para ti, herr Antonio.

    Espero que este sitio sea un lugar apacible.

    ResponderEliminar
  3. Un placer visitarte en este blog elegante, sutil, sereno y escrito con intensidad.
    Me parece de Zang se auto lee, se autoretrata se auto contempla en lo cotidiano, luz, color, serenidad ensimismada.
    Nos vemos Gregorio, gracias por visitarme. !Salve!

    ResponderEliminar